El virus del Ébola que debe su nombre a un río cercano al sitio de donde procedía el virus que se aisló por primera vez (los descubridores, muy elegantemente no quisieron estigmatizar al pueblo), está causando en la actualidad la mayor epidemia conocida de este virus.
Hasta ahora, todos los brotes de Ébola que se habían producido habían quedado restringidos a una zona muy localizada y que duraba poco tiempo, sin embargo, esta epidemia es mucho más virulenta que cualquier otra.
¿Las causas de está excepcionalmente brutal epidemia de Ébola con una tasa de mortalidad del 70%? No están claras aún, pero lo más probable es que se deba por el paso del virus de una zona rural a las ciudades donde las aglomeraciones, condiciones de vida, costumbres culturales y pobreza facilitan la expansión del mismo.
Los seres humanos no somos el hospedador ideal del virus del Ébola, sino que lo son los murciélagos. De hecho, se sabe que el paciente cero, fue un niño de dos años que pudo estar en contacto con animales contaminados como murciélagos o chimpancés.
En la epidemia de Agosto de la República Democrática del Congo de Ébola (de una cepa diferente a la del Oeste de África), el paciente cero fue una mujer embarazada que comió carne de animales silvestres cazados por su marido.
El objetivo de cualquier ser vivo es mantenerse vivo el mayor tiempo posible y poder reproducirse cuantas más veces mejor para dejar su material genético lo más extendido posible. Para un parásito (un virus, una bacteria) que necesita un hospedador para vivir, matar rápidamente a su hospedador es un problema ya que cuando empieza a multiplicarse, el hospedador muere pronto. Lo ideal para el virus del Ébola y para cualquier virus (y parásito) es mantener vivo al hospedador el mayor tiempo posible.
Por este motivo, ni el ser humano ni los primates no-humanos son un hospedador ideal para el Ébola. En cambio, parece ser que los hospedadores ideales son los murciélagos de la fruta a los que el virus no mata. El Ébola es un filovirus como el virus de la rabia, que también es hospedado por los murciélagos.
De acuerdo a su descubridor, el belga Peter Piot, una mutación del virus del Ébola para contagiarse a través del aire es muy muy improbable aunque existen posibilidades de que mute de manera que los enfermos vivan un par de semanas más. Esto sería problemático porque incrementaría las posibilidades de difusión del virus.
Sería especialmente preocupante en países sin buen sistema de salud como los de África Occidental: Guinea, Liberia, Sierra Leona… donde no hay protocolos ni médicos (en toda Liberia en 2010 había 51 médicos y muchos de ellos han muerto en esta epidema de Ébola) ni instalaciones sanitarias adecuadas. Son países recién salidos de guerras con graves carencias educacionales y estructurales.
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