La historia de hoy nos lleva a las afueras de Terrasa (Barcelona) en un antiguo hospital que albergó a pacientes con enfermedades respiratorias graves entre 1952 y 1997 conocido como Hospital del Tórax.
En los años 50 el Ministerio de Sanidad de España decidió construir un hospital para reclutar a los enfermos de cáncer de pulmón, fibrosis o tuberculosis que había en Cataluña. La ciudad elegida fue Terrassa por el bosque cercano que podría beneficiar a los enfermos con su aire fresco, el hospital fue inaugurado en 1952 con una capacidad para unos 1500 pacientes.
Era el hospital con el índice de suicidios más alto de la época. Los pacientes eran abandonados por sus familiares, aislados del exterior y sólo podían contactar por cabinas telefónicas. Los pacientes eran sometidos a unos tratamientos muy fuertes (drogas, sedantes, etc.) y el gran número de muertes, provocaba que la mayoría cayera en depresión induciéndoles al suicidio. Un enfermo permanecía en promedio un año recluido antes de morir o suicidarse.
Se dice que los enfermos se arrojaban desde la novena planta hacia el jardín. La lenta y dolorosa muerte de los enfermos hacía que sintieran una psicosis que atormentaba sus mentes, además muchos también se suicidaban al saber que sus propios familiares querían deshacerse de ellos.
El edificio estaba compuesto por 1500 habitaciones divididas entre la clase obrera y la burguesía. También había una capilla que según las leyendas, era una zona de rituales satánicos. En la capilla se encontraron restos de un pentagrama rojo invertido, aunque nadie ha podido desentrañar el misterio.
Entre las oscuras leyendas encontramos la gran cantidad de actividad paranormal en el hospital: se escuchaban ruidos, voces o gritos entre los solitarios pasillos y habitaciones, especialmente en las plantas 4, 5 y 9 y en el jardín. Sin embargo, nunca se pudo comprobar y los aparatos para medir la actividad paranormal no funcionaban en algunos lugares.
En el centro aun se encuentran lo que en su dia fueron los restos de diversos aparatos médicos, restos humanos: órganos y fetos conservados en formol, recluidos en una habitación misteriosa, pero la verdad es que se desconocen su fin; ¿investigaban quizás la cura para la tuberculosis?, puede que fueran llevados allí desde otro centro, debido a que en el Hospital del Tórax no existian quirófanos.
Se encuentran habitaciones que en su dia parecieron inútiles, impregnadas de diversas manchas que nos llevan a imaginar una sala de torturas, con marcas rojizas por las paredes..
La sugestión de los pacientes, unidos al efecto de los fuertes sedantes y antidepresivos les llevaba a imaginar todo tipo de historias macabras, como la conocida enfermera de la muerte, la cuál llevaba una jeringuilla en la mano derecha y siempre se encontraba predispuesta a llevarse al otro mundo a aquellos pacientes que se asfixiaban por la noche. Según cuentan unos, la enfermera de la muerte llevaba la paz a aquellos pacientes que ya se encontraban desahuciados. Otros, aterrados, afirman que se llevaba a aquellos que gozaban de buena salud.
Otra de esas historias cuenta, que porel bosque cercano, pasea una figura, casi espectral; que recuerda a un paciente, que acarrea consigo un respirador, y arrastra lentamente el instrumental médico a través de uno de los senderos.
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