¿Hemos encontrado vida extraterrestre?

domingo, 25 de octubre de 2015
En 1960, el físico Freeman Dyson propuso una megaestructura hipotética mediante la cual, una civilización alienígena avanzada podría aprovechar al máximo la energía emitida por una estrella. Se le conoce como "esfera de Dyson" y básicamente consistiría en construir una "concha" colosal que cubriera no solo a su estrella, sino también al sistema planetario que la orbitase. Desde la lejanía, una estrella encapsulada en una esfera de este tipo no sería visible, aunque la propia esfera emitiría radiación infrarroja. Aunque parezca mentira, en estos momentos una estrella lejana llamada KIC 8462852 está siendo estudiada como candidata a albergar colosales estructuras artificiales en su órbita. ¿Será esta la primera prueba de la existencia de alienígenas?
Pero empecemos por el principio. Los cazadores de exoplanetas usan un método llamado de tránsito, para detectar la presencia de planetas orbitando alrededor de estrellas lejanas. No podemos ver directamente esos planetas, pero sabemos que están ahí porque cuando pasan entre su disco solar y nuestros telescopios, atenúan levemente la luz estelar. Midiendo el tiempo que transcurre entre cada una de esas minoraciones lumínicas, los astrónomos infieren el tiempo que el candidato a planeta tarda en completar una órbita completa.

Ya que no podemos verlos directamente, porque la luz de su cercana estrella madre nos ciega "tapando" el brillo del planeta, este método ha permitido que la cuenta de exoplanetas siga creciendo. Las tiempos de tránsito siguen un patrón cíclico, ya que como sabemos cada planeta tarda siempre lo mismo en completar una órbita. Hasta ahora siempre había sido así, los tránsitos se repetían indicando el periodo orbital de cada nuevo exoplaneta descubierto.
Pero entonces la colaboración ciudadana y el Telescopio Espacial Kepler (que inspeccionó a más de 150.000 estrellas) dio con un astro llamado KIC 8462852 que contaba con una peculiaridad que lo hacía único. La atenuación de la luz medida no era leve, como corresponde a exoplanetas incluso varias veces mayores que nuestro Júpiter, si no muy acusadas. Y por si fuera poco los tiempos de tránsito que se midieron (al menos en un par de ocasiones) en esa estrella ni eran cíclicos ni regulares.
Para intentar resolver el misterio, los científicos del programa Planet Hunters intentaron primeramente buscar hipótesis lógicas. ¿Y si lo que producía esas anomalías lumínicas en KIC 8462852 era un disco protoplanetario? Imposible, esos discos son propios de sistemas solares en formación, es decir de estrellas jóvenes, pero este astro situado en la parte superior de la Vía Láctea (entre las constelaciones Cygnus y Lira) tiene demasiada edad como para conservar uno de estos discos. De lo contrario veríamos nubes de polvo tapando la luz de su estrella.
¿Pero entonces qué? ¿Extraterrestres? Bien, lo cierto es que los científicos prosiguen estudiando otras posibilidades más "normales", como la probable presencia de un grupo de exocometas que se acercaron demasiado a la estrella, rompiéndose y dejando en el proceso enormes nubes de polvo y gas. Sin embargo, el investigador Jason Wright, de la Universidad Estatal de Pensilvania, ha abierto el abanico a la posible presencia de extraterrestres muy avanzados, capaces de crear megaestructuras colosales, si bien el propio Wright reconoce que esta "debe ser siempre la última hipótesis a considerar".
Para intentar probar esta arriesgada conjetura, seguramente con posibilidades muy remotas de confirmarse, Wright ha pedido ayuda a Tabetha Boyajian (supervisora de Planet Hunters) y Andre Siemion (director del centro de investigación SETI d la Universidad de California), para pedir tiempo de trabajo en algún gran radiotelescopio (Arecibo, por ejemplo) y poder barrer las ondas de radio que llegan desde KIC 8462852 en busca de señales que puedan asociarse a actividad tecnológica.
¿Estamos a punto de detectar a nuestros hermanos mayores galácticos? ¿Hay otra explicación natural que se les escapa a los astrónomos y que explique las oscilaciones lumínicas que se apreciaron en esa estrella en más de una ocasión? Estaremos atentos para daros la respuesta a este fascinante desafío, no os vayáis muy lejos. Eso si, yo que vosotros no dejaría volar demasiado la imaginación.

La violencia de género mundial

miércoles, 7 de octubre de 2015
A pesar de que el número de homicidios varía mucho en los distintos países, las estadísticas dicen que el número de homicidios intencionados (asesinatos) está cayendo en un gran número de ellos.
Si observamos la evolución de los asesinatos se confirma que generalmente la tendencia es a la baja. No obstante, se observan enormes diferencias entre los distintos países.


Honduras y Venezuela son los países con más asesinatos del ranking de homicidios, con hasta 84 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Luxemburgo, Japón, e Islandia se encuentran entre los países menos peligrosos.
Pero incluso entre los países que no se encuentran en los extremos existen bastantes diferencias en los homicidios violentos que se producen como podemos ver en la imagen superior. Hay un hecho prácticamente común en todos ellos, el número de muertes que se producen en el entorno familiar o entorno más cercano de la víctima no se reduce.
Hay voces que denuncian que la violencia de género está creciendo o al menos se mantiene. En general el progreso contribuye a la disminución del número de homicidios, pero no ha hecho que dejemos atrás la violencia de género.
Otros se quejan de lo que llaman “persecución del género masculino”, aduciendo que se exagera con el tema de la violencia contra las mujeres, ya que en casi todos los países (Japón es la excepción más relevante) es muy superior el número de muertos varones al de mujeres. Entonces, ¿por qué se habla tanto de la muerte de las mujeres?
A la hora de hablar de homicidios intencionados (o asesinatos) conviene distinguir:
  • Los cometidos por familiares o personas del entorno próximo de la victima
  • Los que se producen fuera de ese entorno, generalmente en situaciones de violencia que en muchas ocasiones están relacionados con otros delitos (robos, drogas, etc) o en situaciones violentas en las que están involucrados tanto el agresor como la victima.
Los datos hablan por si solos. Si nos fijamos en el gráfico de la parte superior, es evidente que mientras las victimas de asesinato son habitualmente hombres, son las mujeres las que sufren proporcionalmente más homicidios intencionales provocados por personas de su entorno más próximo, dentro de lo que podemos calificar como violencia de genero.

Como podemos ver en la imagen de la parte superior, en los asesinatos cometidos por la pareja o el entorno cercano de la victimas, las diferencias por género son enormes. Si comparamos las cifras de homicidios intencionados de mujeres, en cualquiera de los países de los que disponemos de datos, el porcentaje de mujeres asesinadas por familiares o por personas de su entorno más cercano es en muchas ocasiones superior al que se produce fuera de él y siempre es mayor al que sufren los hombres en el mismo entorno.
Esto quiere decir que evidentemente son las mujeres las que sufren violencia extrema en sus hogares, al contrario de lo que les ocurre a los hombres.
Pero ¿quién comete dichos homicidios? Las cifras dicen que la mayor parte de los asesinos en cualquier parte del mundo son varones. Las cifras que se barajan a nivel mundial indican que alrededor del 88% de los asesinos son hombres, la misma cifra que publica el INE en España, según el cual, en 2013, el 88% de los asesinos fueron varones, y solo el 12% mujeres.
La conclusión parece clara, por desgracia las mujeres siguen siendo asesinadas en un porcentaje alarmante alto, en su entorno más próximo y sus asesinos son mayoritariamente hombres.