A menudo
podemos ver en los medios de comunicación y en los libros un tema
por todos ya sabido, el nazismo y su exterminio. Han sido muchas las
tesis escritas, las investigaciones llevadas a cabo y sobre todo la
información que hoy tenemos de su política más cruel, el
antisemitismo. Una creencia radical y sin sentido que llevó al
exterminio de casi todo un pueblo, en concreto, de casi 6 millones de
judíos. Pero, ¿qué conocemos sobre los campos de concentración
soviéticos?
“La
palabra Gulag (ГУЛАГ) denomina al sistema soviético de trabajos forzados en
todas sus formas y variedades: campos de trabajo, de castigo, de
criminales y políticos, de mujeres, de niños o de tránsito. Los
prisioneros lo llamaron triturador de carne: las detenciones, los
interrogatorios, el transporte en vehículos de ganado, el trabajo
forzoso, la destrucción de familias, los años perdidos en el
exilio, las muertes…”
Las
deportaciones al Gulag eran horribles, la verdad es que en poco se
diferencian de las deportaciones nazis.
Olga
Gureva "superviviente en Siberia":
"Recuerdo que el 26 de
abril de 1946 en la Pascua de Resurección nos levantaron a los
presos a golpes y acosados por sus perros, nos llevaron corriendo a
la estación y nos subieron al tren. Eran carros de carga de ganado
y con rejas pero con una repisas para dormir. El viaje duró un mes
hasta la costa. Después iríamos en barco".
Ana
Portnova, "superviviente en Siberia":
"Nos
metieron en las bodegas del barco destinado al ganado. Era horroroso.
Al llegar a Siberia a penas nos manteníamos en pie y nos tiraron
como sacos a los camiones que nos llevarían al centro de
distribución. Más tarde llegarían los jefes de campamento que nos
seleccionaban para trabajar en las minas o en los bosques".
Ana
Tomariva, "superviviente en Siberia":
"Los
rusos llegaron a Ucrania en 1939 y pronto me arrestaron, luego me
arrestaron los alemanes y más tarde, en 1940, fui arrestada de nuevo
por los rusos. Después de sobrevivir en los campos de concentración
en Siberia, perdí la vida de tanto hambre. Trabajé en las minas de
uranio, luego en una planta de químicos y entre el agua helada.
Existieron
unos 476 centros de reclusión, lo que significa decenas de miles de
zonas donde los presos ejecutaban trabajos forzados. El trabajo era
duro, la comida escasa.
Como
en los campos de concentración nazis, el gulag contaba, también,
con celdas de aislamiento, en donde los presos eran amontonados allí
con temperaturas iguales a las del exterior. Cuenta una superviviente
que cada día había bajas pero que no avisaban a los carceleros para
poder utilizar los cuerpos muertos como aislante del frío.
Las
condiciones de vida como se puede imaginar eran infrahumanas,
causantes indirectamente de millones de muertos en estas zonas de
terror, de la muerte.
Los
sistemas represivos de terror y exterminio de los campos nazis y los
gulags soviéticos son uno de los instrumentos que utiliza el poder
para asegurar el control absoluto sobre la población.
Estructura
Como
todo buen complejo habitacional, el Gulag era un complicado y cómodo
edificio localizado preferentemente en Siberia, donde los inquilinos
disfrutaban de una habitual, común y corriente vida Soviética con
pan duro como alimento diario, trabajos en alentadores ambientes
laborales con todas las prestaciones que el Gran Stalin podía dar a
su gente.
El Gulag estaba equipado con muros reforzados
para contener los ríos de gente que ansiaban entrar; hay una
habitación para cada interno.
Existían centros
recreativos para todos los gustos: desde vías ferroviarias que
requieren reparación hasta la construcción de diques en el Polo
Norte.
Variedad
Además
de las categorías más comunes de campos que practicaban un duro
trabajo físico y prisiones de varios tipos, también existieron
otras formas.
* Sharashka
(шарашка, 'el lugar de los holgazanes') fueron
laboratorios secretos de investigación, donde los científicos
detenidos y convictos, algunos de ellos destacados, estuvieron
desarrollando nuevas tecnologías de forma anónima, y llevando a
cabo investigaciones.
* Psikhushka
(психушка, 'la casa dura'),
el tratamiento médico forzoso de encarcelamiento psiquiátrico fue
usado, en lugar de los campos, para aislar y hundir a prisioneros
políticos. La práctica se hizo mucho más común tras el
desmantelamiento oficial del sistema del gulag.
* Campos
especiales o zonas para niños (en
la jerga del gulag: малолетки, maloletki, 'menores de
edad'), para
minusválidos (en Spassk), y para madres (мамки, mamki) con
bebés. Estas categorías se consideraba que no producían resultados
de utilidad y con frecuencia fueron objeto de más abusos.
* Campos
para «Esposas de Traidores a la Patria»
(hubo una categoría especial de represión: «miembro de familia
traidora de la Patria».
Algunas
razones para la escasa difusión de los gulags:
-
La historia la escriben los vencedores.
-
El horror nazi fue convenientemente explotado por la propaganda
aliada, tanto americana como soviética.
-
El país que aspiraba a liderar la lucha obrera mundial contra el
capitalismo debía esconder sus miserias. Igualmente los líderes e
intelectuales comunistas de todo el mundo negaron los gulags. El
mantenimiento del totalitarismo en Rusia hasta hace pocos años ha
contribuido a su ocultación.
-
Los gulags no fueron el método de exterminio de una raza acusada de
ser la culpable de los males de un país, sino un arma de exterminio
de toda oposición a la política dictatorial de Stalin, ya fueran
rusos, lituanos, judíos, musulmanes, kazajos, blancos, asiáticos,
ricos, pobres, campesinos o altos jerarcas del régimen.
-
La mayoría de los represaliados eran comunistas pero seguidores de
Trotsky, ideólogo del auténtico comunismo que nada tenía que
ver con la política impuesta por Stalin.
Cuando
Hitler comenzaba a construir los primeros campos de concentración,
Stalin ya llevaba 10 años de experiencia en los gulags y millones de
exterminados.
1.
Los enemigos políticos de Stalin (1924-1937)
La
URSS impuso, ya en tiempos de Lenin, un férreo sistema de control
policial y represión contra todo sospechoso de ser
contrarrevolucionario. Poco antes de morir, un Lenin muy enfermo
escribía una carta a destacados miembros del partido en la que
alertaba del peligro de que el camarada Stalin se hiciera con el
control político. También advertía del peligro de una escisión
del comunismo entre trotskistas y estalinistas (como así fue).
Stalin
se hizo con el poder en 1924 y comenzó a eliminar gradualmente a
todos los grupos opositores dentro del Partido Comunista. Esto
incluyó a León Trotski, un teórico socialista y el principal
crítico de Stalin, que fue desterrado en 1929 y señalado por Stalin
como traidor.
La consigna a todos los comunistas del
mundo fue que se debía eliminar cualquier facción del comunismo
inspirada en sus ideas. Esto motivó el asesinato de Trotski en
México o el exterminio del POUM (Partido Obrero de Unificación
Marxista) de Andreu Nin durante la guerra civil española.
2.
Los contrarios a su política económica (1928-33)
En
1928, Stalin reemplazó la Nueva Política Económica de la década
de 1920 por una economía planificada, centralizada. La
colectivización del campo levantó una gran oposición entre los
campesinos y se desató una violenta represión. Millones de personas
fueron enviadas a campos de trabajo y penales o deportadas a Siberia.
3.
La “Gran purga” o “era Yezhov” (1936-39)
En
1937 comenzó un período de represión masiva en el que millones de
personas (comunistas, socialistas, trotskistas, anarquistas,
militares, kuláks) fueron ejecutadas o
encarceladas en gulags por participar en complots para derrocar al
gobierno de Stalin. Incluso se cargó contra las minorías
(musulmanes, cosacos, lituanos, estonios, letones, etc.). Gracias a
esta campaña consolidó su poder absoluto. La gran mayoría de estas
detenciones fueron llevadas a cabo por Yezhov,
jefe del Comisariado del Pueblo para asuntos internos (el NKVD,
antecedente de la KGB). El propio comisario Yezhov y la gran mayoría
de los altos oficiales del NKVD, fueron a su vez ejecutados en 1938 y
designado nuevo comisario Lavrenti
Beria.
La
persecución de los altos líderes soviéticos fue muy aireada por la
propaganda soviética, pero la purga en la población civil fue
escondida a la prensa nacional y extranjera. En el Occidente se
empezó a conocer la verdadera extensión de la Gran Purga cuando
ex-prisioneros de los gulags lograron escapar hacia estos países.
Sin embargo, en muchos casos, los movimientos comunistas de estas
naciones intentaron callar estos testimonios. Incluso intelectuales
comunistas de la talla de Jean-Paul Sartre negaron continuamente la
existencia de la Gran Purga y de los gulags, ya que el reconocimiento
de esta persecución desanimaría a los comunistas franceses.
Hace
cien años, el escritor austriaco Robert Musil dijo que “No hay
nada más "inconspicuo" que un monumento”. Contemplando las ruinas de
otro imperio, el ruso, yo añadiría: no hay nada más conspicuo que
un monumento ausente. Los monumentos constituyen el cuerpo de una
nación en exhibición. Al ver los monumentos sentimos cómo un
Estado nación reafirma su continuidad. Cuando las revoluciones
interrumpen esa continuidad la violencia se torna contra los
monumentos. Como el ejemplo de Saddam Hussein muestra otra vez, es
más fácil derribar un monumento que juzgar a un dictador. Sin
embargo, los periodos posrevolucionarios permiten más variedad. A
veces se erigen nuevos monumentos. A veces los viejos monumentos
regresan a los lugares que solían ocupar. A veces los monumentos
están ausentes, como profesores en año sabático.
Mientras
las universidades alemanas ya no dan cabida a quienes niegan el
holocausto, las universidades rusas emplean a varios profesores de
historia que conspicuamente excluyen el gulag en sus cátedras.
Aunque los horrores de la Alemania nazi y la Rusia comunista crearon
millones de víctimas, los recuerdos de esos hechos son muy
diferentes. El más notorio y a la vez el menos reconocido de todos
los monumentos postsoviéticos al gulag es el billete de 500 rublos,
emitido a finales de los años noventa y que hoy circula
ampliamente.
Este billete, en apariencia un homenaje a
la orgullosa historia nacional, lleva un mensaje oculto. Muestra el
monasterio Solovky, un complejo histórico en una isla del mar
Blanco, que también fue el primero y uno de los más importantes
campos del gulag. Los historiadores locales en Solovky creen que las
cúpulas atípicas que aparecen en el billete sitúan la imagen a
finales de los años veinte, el momento de mayor desarrollo del
campo.