Así se viviría en Kepler-452b

viernes, 7 de agosto de 2015
La búsqueda de una Tierra 2 continúa acercándose a su objetivo, y el pasado 23/07/2015 la NASA emitió un excitante comunicado relacionado con la misión Kepler. Al parecer, la agencia espacial estadounidense ha descubierto el primer planeta similar en tamaño a la Tierra, situado en la “zona habitable” alrededor de una estrella similar al sol. El recién descubierto Kepler-452b es el planeta más pequeño descubierto orbitando en la zona habitable, según la NASA. Con un 60% más de tamaño que la Tierra, este "primo mayor" de nuestro planeta orbita a una estrella algo más vieja que nuestro sol (6.000 millones de años) por lo que en caso de que se dieran las condiciones para la aparición de la vida, muchas cosas en Kepler-452b nos recordarían a nuestro mundo azul. En Space.com han hablado con expertos en la materia para tratar de imaginar como sería vivir en un mundo así.

Asumámoslo, aunque resultara un calco de la Tierra, Kepler-452b está a 1400 años luz de distancia, así que mientras no inventemos un modo de tele transportarnos, o viajar a velocidades superlumínicas (tal vez cruzando a través de agujeros de gusano), nunca podremos poner un pie sobre su supuestamente rocosa superficie. Pero a falta de medios nos queda la imaginación y la ciencia, así que en Space.com se han propuesto especular como sería vivir en Kepler-452b, que recordemos es un 60% más grande, y probablemente cinco veces más masivo que la Tierra.
En un mundo así, el mayor tirón gravitatorio nos haría pesar aproximadamente el doble que en la Tierra. Por tanto cualquier hipotético viajero terrícola sentiría que las fuerzas le flaquearían. ¿Imposible entonces? No tanto, en la Tierra existen personas (bomberos, porteadores, halterófilos) que cargan sobre sus espaldas un peso equivalente al de su cuerpo al menos durante lapsos breves de tiempo. Adaptarse a vivir en un mundo así pasaría por reforzar considerablemente nuestro esqueleto, por tanto al principio sería realmente duro pero con el paso del tiempo y el debido entrenamiento nuestros huesos se fortalecerían. Tras varias generaciones, el cuerpo de los colonos sufriría cambios significativos para adaptarse a las nuevas condiciones gravitatorias, haciéndose más robusto.
En cuanto a la estrella, muy similar al sol, es sin embargo mil millones de años más vieja lo que la sitúa en una fase energética más avanzada lo que le haría un 10% más grande y un 20% más brillante que nuestra estrella. Si el suelo del planeta fuese rocoso, que todo parece indicar que si, una planta terrestre podría realizar la fotosíntesis en ese mundo sin ninguna dificultad. Los modelos indican que Kepler-452b podría tener una atmósfera densa, agua líquida y volcanes activos, aunque todo esto son hipótesis sin confirmar, basadas únicamente en cálculos de trabajo.
Esos mismos modelos sugieren que Kepler-452b podría experimentar muy pronto (dentro de 500 millones de años) un efecto invernadero galopante, similar al que convirtió Venus en el horno que es hoy en día. El exceso energético que sufre por la crecida de su sol, podría estar provocando un calentamiento de sus hipotéticos océanos, lo cual estaría haciéndoles desaparecer poco a poco por evaporación. Una vez el agua se convirtiese en vapor, la luz ultravioleta podría disociar las moléculas de H y O provocando un escape atmosférico. Por tanto, en ese mundo podrían existir masas residuales de agua que concentrarían minerales de forma muy elevada.

En base a todos estos datos, los artistas de Space.com han creado la imagen que veis sobre estas líneas, en el que se aprecia el aspecto que Kepler-452b podría tener. Esperemos que este solo sea el primero de una lista de mundos similares a la Tierra, y que finalmente demos con uno exactamente igual al nuestro, y a ser posible bastante cercano. Al ritmo que llevamos de maltrato de nuestro planeta, puede que mudarse a un mundo nuevo, aprendiendo la lección, sea nuestra última oportunidad de supervivencia.

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