Nueva especie de pez abisal en México

miércoles, 12 de agosto de 2015
Ocultos en las profundas aguas del Golfo de Mexico se agazapan unas criaturas con un aspecto más próximo al de un alienígena que al de un pez. Sus enormes bocas llenas de dientes afilados como agujas, y su extraña cabeza adornada con una especie de caña de pescar que incluye un cebo luminoso, lo aproximan más al habitante de una pesadilla que a un pariente del rape común que encontramos en nuestras pescaderías.

Los científicos han encontrado tres hembras de una nueva especie de rape abisal que habita a profundidades comprendidas entre los 1000 los 1500 metros. Sin embargo, a pesar de su fiero aspecto, su minúsculo tamaño los hace menos temibles. Los tres "pececitos" capturados, que miden entre 30 y 95 milímetros, viven bajo condiciones extremas, no solo por la ausencia de luz sino por las terribles presiones que deben soportar (155 Kgs por cm2).
A la especie ahora descubierta la han bautizado Lasiognathus dinema, y al parecer si diferencia de otras especies de su género por los apéndices curvos que sobresalen del órgano, llamado "esca", que estos peces usan a modo de caña de pescar empleando una luz de origen bioluminiscente como cebo. El término griego dinema significa "dos hilos" ya que en la base del órgano luminoso surgen dos extensiones que recuerdan a hilos.
Los investigadores no están muy seguros de si el Lasiognathus dinema puede mover su caña a voluntad, aunque parece bastante probable. Para la investigadora Tracey Sutton de la Universidad Nova Southeastern en Florida, que aclara que nunca se han observado ejemplares vivos pertenecientes a este grupo de rapes en particular: "basándose en la musculatura y anatomía, parece como si el pez tuviera un gran control sobre su 'caña de pescar'".
Una de las características típicas de este grupo de peces en su gran dimorfismo sexual, siendo las hembras mucho mayores que los machos. Baste decir que las hembras de la especie Ceratias holboellipueden llegar a ser 60 veces más largas y medio millón de veces más pesadas que los machos. Para mas inri, los machos de este género suelen acabar absorbidos por el cuerpo de la hembra, perdiendo la autonomía y convertidos en un reservorio de semen que la hembra usa a voluntad. 
Por cierto, que no hace ni siquiera un año que consiguieron grabarse las primeras imágenes de un Melanocetus johnsonii en su entorno, un pez emparentado con el que hoy os he presentado.

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